Josephine Leroux nació en Cambrai, Francia, el 23 de enero de 1747; fue educada en la santidad por padres bondadosos y religiosos.
EL El 10 de mayo de 1779, a la edad de veintidós años, abandonó la casa paterna y fue recibido entre las hijas de Santa Clara en el monasterio de Clarisa en Valencia. Al año siguiente pronunció sus votos. Su hermana María Escolástica, se unió a las monjas Ursulinas de la misma Ciudad. En la paz silenciosa del claustro, Josefina se ocupaba de servir al Señor con creciente amor, fidelidad y perfecto gozo franciscano
Pero muy pronto la pobre tierra de Francia iba a ser golpeada por la furioso huracán de revolución. Miles de víctimas fueron colocadas en el prisión y sacrificado. Los tribunales revolucionarios sólo interrogó a los acusados, no permitiéndoles la posibilidad de defender. En 1791 las monjas Clarissa fueron expulsadas de su monasterio, Josefina fue acogida por sus familiares en Cambrai. En Hermanas Ursulinas con un deseo ardiente de continuar su religiosas, cruzaron la frontera y se unieron a sus hermanas en Monseñor. Este exilio duró del 17 de septiembre de 1792 al 1 de noviembre de 1792. 1793, cuando las Hermanas Ursulinas pudieron regresar a su convento.
Josefina, viendo que no le era posible volver a su convento, deseosa de volver a la vida comunitaria, pidió ser acogida entre las hermanas Ursulinas junto a su hermana Escolástica, el disfrute de la recuperación de la vida conventual fue breve.
Las Ursulinas se establecieron en Valenciennes en 1654 y, durante 140 años, se entregaron ahí a la enseñanza de los niños y al cuidado de los pobres. Cuando el convento fue clausurado en la Revolución Francesa, las religiosas se refugiaron en el convento de Mons. En 1793, las tropas austríacas ocuparon Valenciennes, y las ursulinas volvieron a abrir la escuela, que siguió funcionando después de la entrada de las tropas francesas.
Valenciennes cayó de nuevo en manos de los franceses y la furia lo derribó todo. En septiembre de 1794, entre el 2 y el 3, los emisarios revolucionarios, viajando por la ciudad encarcelaron a Josefina quien se distinguió por una gran tranquilidad mental que nunca abandonó. al comisionado dijo que no había necesidad de que tanta gente tomara posesión de una pobre mujer Esa misma noche, junto a su hermana María Escolástica, fue llevada a la cárcel y allí esperaron el momento solemne. Las ursulinas fueron arrestadas en virtud de la ley Lacoste, por haber vuelto ilegalmente del extranjero para abrir un convento. El 17 de octubre, fueron juzgadas cinco de las religiosas que confesaron abiertamente que habían vuelto a Valenciennes para enseñar la doctrina católica, por lo que el juez las condenó a muerte. La guillotina se levantaba en la plaza del mercado. Por la noche
El 23 de octubre de 1794 subieron al patíbulo recitando el "Te Deum" y las letanías de la Virgen. En el patíbulo tenían palabras de gracias a los verdugos, cuyas manos besaron. EL La Beata Josefina Leroux y diez Hermanas Ursulinas fueron asesinado por odio a la fe, la Iglesia y la religión de Cristo. Cuándo fue guillotinada tenía 47 años.
Así lo reconoció oficialmente Benedicto XV en 1920, al canonizar a las once ursulinas de Valenciennes. Dos de ellas, las beatas Lilvina Lacroix y Ana María Erraux, habían sido brigidinas, y la beata Josefina Leroux había sido clarisa pobre; las tres se habían quedado con las ursulinas cuando sus respectivas comunidades fueron expulsadas.
