Josefina nació en Alcalá de Chivert, Castellón de la Plana, el 9 de mayo de 1882; fue la quinta y última hija de Francisco Calduch Roures y Amparo Rovira Martí, matrimonio muy religioso. Practicó la caridad desde joven, sus padres hacían que fuera ella misma la que diera en la casa las limosnas a los pobres. Fue con una amiga para llevarle comida a una anciana, que también ayudó con la limpieza personal y la limpieza de la casa. “En ese tiempo ejerció la caridad hacia los necesitados. Ella misma fue con una amiga a llevar comida a una anciana, que también ayudaba con el aseo personal y la limpieza de la casa”.
Durante su juventud tuvo una aventura con un joven local, muy cristiano; relación que luego rompió para abrazar un estado de vida más perfecto, siempre con el consentimiento de sus padres.
Entró en el monasterio capuchino de Castellón de la Plana vistiendo el hábito en 1900. Dice su hermano José: “Sólo la vocación fue el motivo que llevó a su hermana a entrar en la religión”. Hizo su profesión temporal el 28 de abril de 1901 y su profesión perpetua el 30 de mayo de 1904. Según sus hermanas de comunidad: “Era de temperamento apacible y amable, siempre alegre. Fue una monja ejemplar. Siempre feliz. Muy observadora de las Reglas y Constituciones. Muy modesta a los ojos, prudente al hablar y muy mortificada en las comidas; siempre muy apreciada por la comunidad y un alma de intensa vida interior, era muy devota del Santísimo, a la Virgen y a San Juan Bautista”
En el monasterio cumplió el papel de Maestra de novicias, “haciéndolo con gran celo para que fueran religiosas observantes; no hacía distinciones entre las novicias”, dice sor Micaela de ella. Fue reelegida por otros tres años, que no completó debido al inicio de la revolución.
Cuando estalló la Guerra Civil dejó el monasterio, que fue cerrado, y se fue a su pueblo, donde vivía un hermano suyo que era sacerdote, Manuel, dedicándose a la oración. El 13 de abril de 1937, fue arrestada junto al padre franciscano Beato Manuel Geli, por un grupo de milicianos siendo vejados y maltratados. Fueron llevados al comité local de las Cuevas de Vinromá, donde fue fusilada al día siguiente junto al cementerio, siendo enterrada en el cementerio de la localidad. Su hermano fue asesinado poco después.
Fue beatificada en Roma el 11 de marzo de 2001 por el Papa San Juan Pablo II, junto a otros 232 mártires que también fueron asesinados durante la guerra. Su fiesta también se celebra el 22 de septiembre.
En octubre de 2011, el convento de las clarisas capuchinas de Castellón de la Plana, donde se encontraba el osario de Isabel, se fusionó con el que esta orden tiene en Barbastro. El traslado del convento se inició en junio, y las hermanas llevaron los restos de sor Isabel a su nueva residencia
Fuente: Año Cristiano» - AAVV, BAC, 2003
